¡¡Padre nuestro que estás en Brasil, Santificado sea Lionel, Pocho, Rojo, Di Maria, Masche y todos los demas... Venga a nosotros la copa. Hágase tu voluntad, tanto en la cancha, como en el juego. Danos hoy nuestro gol de cada día. Perdona nuestra defensa, así como nosotros perdonamos a los árbitros que nos ofenden. No nos dejes caer en la eliminación, Llevanos a la final... amén!!