La vida me enseño que nunca tengo que bajar los brazos por más que falle 1, 2 o 3 veces. Tengo que seguir adelante a pesar de que duela, me pueden lastimar 1000 veces pero yo voy a demostrar que tengo 1001 veces para SONREIR. Porque esas personas que me lastiman son también las que me hacen fuerte día a día. Por eso siempre recuerdo que NO POR MIEDO A ERRAR, VOY A DEJAR DE INTENTAR.